Cuando te imaginas la estupenda tarde de sábado que vas a pasar en la Feria del Libro de Madrid:
Cuando escuchas por los altavoces que tu escritor favorito está firmando justo en ese momento:
Cuando echas a correr hacia la caseta de la firma, que está en la otra punta de la Feria:
Cuando llegas y te encuentras con que hay una cola de la leche:
Cuando, una hora después, sigues en la cola, a 35ºC y sin una sombra:
Cuando un espabilado se te intenta colar:
Cuando de pronto se pone a llover, en plan diluvio universal:
Cuando al fin te toca, le das las gracias a tu escritor favorito por sus libros y él te las da a ti por leerlos:
Cuando ya tienes tu ejemplar firmado:
Cuando sales de la marabunta para tomar una cerveza en uno de los kioskos del Retiro:
Cuando ves la cuenta:
Cuando te encuentras con la cola kilométrica de gente esperando para que le firme su último libro Mario Vaquerizo:
Cuando no paras de ver en las casetas libros que quieres, con un jugoso 10% de descuento, pero te has gastado tu presupuesto en la cerveza:
Y preguntas si se puede pagar con tarjeta, te rindes, y te compras uno, y otro, y otro...
Cuando llegas a casa con tus libros nuevos y te encierras el resto del fin de semana a leer sin parar. Ni siquiera para...
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